La liebre se burla de la tortuga.

En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque ante todos decía que era la más veloz. Por eso, constantemente se reía de la lenta tortuga:

- ¡Miren la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan deprisa! - decía la liebre burlándose de ella.