"Los ojos que no saben mirar"




Un día cualquiera, Manuel salió de la escuela, pero al llegar a casa se encontró con una sorpresa que le produjo una sensación de tristeza. Ahora su hogar no era el mismo...



Manuel decidió tomar cartas en el asunto, así que sin pensárselo dos veces, comenzó a llenar de muñecas una maleta que encontró en la habitación. Empezaba ahora a sentirse ilusionado con la idea que se le había ocurrido llevar a cabo.



Mientras Manuel decidía guardar el mayor número de juguetes en la maleta, su madre se asomó de repente a la habitación y se encontró a su hijo cerrándola. Ella sonrió con ternura, no podía sentirse más orgullosa.



A la mañana siguiente, como era habitual, la madre de Manuel le llevó al colegio. Pero en esta ocasión, el niño le avisó que no era necesario que fuese a recogerle. Ese día antes de volver a casa tenía asunto inaplazable que resolver.


Manuel acababa de entrar por la puerta del colegio, y nada más llegar dos niños de su clase le señalaron burlándose de él. Llevaba una maleta en la que sobresalían las piernas de una muñeca y ese pareció ser el motivo. Él sintió vergüenza ,  nunca antes se había sentido incomprendido por los que eran sus amigos.  




De repente, uno de los niños no pareció quedarse satisfecho riéndose de Manuel, y entonces, se aproximó a quitarle una de las muñecas que sobresalían de la maleta con la intención de seguir burlándose de él.

 



¿Había sido una mala idea llevar la maleta al colegio? Manuel estaba lleno de ira, la discusión parecía no haber acabado bien. Tenía un ojo morado, pero su enfado casi no le permitió sentir el dolor. Se preguntó entonces por qué los otros niños se habían comportado de esa manera.



Llegó la hora de salir de clase, Manuel no había podido atender lo suficiente después de lo sucedido. Los profesores le preguntaron, pero para quitar hierro al asunto, prefirió contarles que se había caido montando en bici. Sonó la campana y nada mas salir por la puerta del colegio le invadió una ilusión inexplicable, por fin había llegado el momento tan esperado.



Manuel llegó a su destino con la esperanza de que su día pudiese cambiar.



¡Finalmente, parece que había conseguido su objetivo inicial! las muñecas no eran para él, si no para su hermana que estaba ingresada en el hospital a causa de un accidente. Entonces, Manuel pensó que todo había merecido la pena por poder ver la felicidad reflejada en el rostro de su hermana.



Los abuelos, que ese día estaban cuidando de su hermana, miraban orgullosos la valentía de Manuel.



"Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve" (John Lennon).


Reparto.

Protagonista: Manuel Arrieta Alameda.

Madre: Marta Vázquez Sequedad.

Compañero de clase 1: Adi Vargas Coca.

Compañero de clase 2: Lucía Espinoza.

Abuelos: Julián Díaz Calleja y María Sagrario Aliseda González.