Un latido.


Cuento adaptado del cortometraje "In a Heart Beat" de Esteban Bravo y Beth David.



Como cada mañana Luis se dirige al colegio. Cursaba 4º de primaria y aunque se divertía mucho con sus compañeros, las clases le parecían muy aburridas .



Una mañana en el camino a clase, se encontró con un chico que no había visto antes. Luis al verlo se sorprend mucho, no había visto un  chico tan guapo en su vida.



Era alto, moreno, le gustaba leer y además vestía super bien.



Le dio tanta vergüenza de que lo viera, que se escondió detrás de un arbusto.



Desde el arbusto comenzó al mirarlo con más detenimiento, cuando de repente su corazón comenzó a latir con mucha fuerza.



Luis se asustó muchísimo e intento tranquilizarlo pero era imposible, su corazón no le hacia caso.



Cada vez le latía más fuerte hasta que finalmente le salió de su pecho a buscar a ese chico tan guapo. Luis rapidamente salió en busca de su corazón e intentó pararlo por todos los medios.



Cuando finalmente fue a atraparlo, el chico se dio cuenta de que Luis estaba ahí mirandolo.El chico se quedó un poco sorprendido por lo que acababa de suceder, mientras tanto Luis seguía intentando que su corazón no llegara hasta aquel chico.



En un descuido, su corazón lo alcanzó y lo abrazó. Inmediatamente Luis avergonzado de dejar sus sentimientos al descubierto agarró de un brazo al corazón para intentar alejarlo de ese chico.



Los compañeros al ver esa situación los miraron asombrados, intentando comprender lo que estaba sucediendo. Luis al ver la reacción de sus compañeros tiró fuertemente del corazon, diviendolo en dos y se marchó corriendo.



El chico ante lo sucedido se quedó atóni to y con la mitad del corazón de Luis.



Más tarde, Luis se encontraba tras un árbol muy triste porque el chico que le gustaba parecía avergonzarse de lo que había sucedido antes.



De repente, apareció ese chico frente a Luis, él muy asombrado escondió lo que quedaba de su corazón.



El chico se acercó a Luis y unió las dos partes rotas sentandose junto a Luis. Así le demostró que el también sentía lo mismo.



Luis entonces comprendió que nunca hay que tener miedo de expresar lo que sientes. Fin