UN REGALO POR NAVIDAD


Autores:

Alberto Briones Parra y Javier Cortés de los Mozos 


Arturo era un chico que tenía 8 años. Era un niño diferente a los demás, ya que era algo más tímido e introvertido , al que le costaba relacionarse con el resto de la gente. En casa siempre estaba encerrado en su habitación haciendo trabajos, fichas, prácticas de clase…

 



Sus padres, Tom y Alicia, se preocupaban por él, ya que veían que todos los días estaba centrado en lo mismo, los deberes y el colegio. 

-      Tom tenemos que tener una charla  con  nuestro hijo – dijo Alicia.

-      Yo creo que debemos meterle en alguna actividad extraescolar - dijo Tom.

-      Lo veo genial para que se relacione con los demás niños - dijo Alicia.




Como un día normal de colegio, el autobús llegaba a la puerta de su casa a las 8 de la mañana. Él iba tan contento porque le tocaba matemáticas y lengua, que eran sus asignaturas preferidas. En clase, el profesor de lengua  le consideraba como uno de sus mejores alumnos. A Arturo en un futuro le gustaría ser como él.



Solo tenía relación con Saúl, un compañero de clase al que se le daban muy bien los deportes, pero al contrario que a Arturo, se le daban muy mal los estudios. Ese mismo día llegó a casa, y sus padres le esperaban en el comedor. Alicia, le dijo que le habían apuntado en el equipo de fútbol del colegio,donde también estaba Saúl.


  • Hijo, mañana empiezas a jugar - dijo Alicia.

  • ¿Por qué me has tenido que apuntar  al equipo?- preguntó Arturo.

  • Te va a venir bien, quién sabe si algún día te haces futbolista - le explicó su madre.




Llegó el día de empezar el fútbol, pero Arturo estaba nervioso. Empezaron a calentar por parejas y el se puso con su inseparable amigo Saúl. Una vez que acabaron, el entrenador hizo dos equipos para jugar un partido. El que más destacaba en el equipo era Saúl.

Arturo estaba triste porque no le tocó en su equipo. Cuando acabó el entrenamiento, no salió contento, ya que veía que eso no era lo suyo. El padre le esperaba a la salida, y estaba con el entrenador.

  • ¿ Qué tal viste a mi hijo? - dijo Tom.

  • Yo creo que no estaba lo suficientemente motivado  - dijo el entrenador.


En el coche, estaban hablando de cómo se lo había pasado en el entrenamiento. Arturo fue sincero  y le dijo que no le gustó.

Cuando llegaron a casa, se metió en su habitación para terminar los deberes y estudiar el examen que tenía al día siguiente. Mientras tanto, Alicia pensó que el baloncesto sería lo suyo.

Salió muy contento del examen, ya que le cayeron los contenidos que mejor se sabía. Su madre, le esperaba a la salida con una mochila de deporte.

  • Arturito, como no te gustó jugar al fútbol , hoy te toca baloncesto. ¡Yo creo que puede ser lo tuyo! - dijo Alicia.

  • Mamá, no se porqué me tienes que obligar  a jugar… - replicó Arturo.




Era un colegio que tenía una gran variedad de actividades.

Cuando salió de clase, se metió en el gimnasio para hacer baloncesto . Al no estar Saúl,  le costaba más ponerle ganas . Como la otra vez, salió y le esperaba su padre.

  • Hijo, ¿qué tal se dio el baloncesto? - le preguntó su padre.

  • Papá, no me gusta - afirmó Arturo.

 Llegó a casa, y nada más entrar sonó el teléfono, era Saúl.

  • ¿Qué tal el baloncesto Arturo? – dijo Saúl.
  • Mal, sabes que no me gustan los deportes - replicó Arturo.
  • Yo creo que se lo deberías decir ya a tus padres – dijo Saúl.

 



Antes de irse a dormir, les dijo a sus padres que no le gustaban los deportes. Su madre estaba disgustada, pero solo porque quería que se relacionara con más gente. A Tom le afectó más, ya que era un apasionado del deporte y quería que su hijo de mayor se dedicara a ello.

  • Hijo, lo siento pero mañana tienes entrenamiento de béisbol – dijo Tom.
  • Vale… - contestó Arturo sin ganas de hablar.

Durante el entrenamiento de béisbol, Arturo intentó ponerle todas las ganas para que su padre viera lo bueno que podía llegar a ser. El entrenador, habló con Arturo y le dijo que no se le daba mal. Estaba algo contento, ya que creía que eso alegraría a su padre.


Tom, cuando llegó a casa, fue a hablar con Alicia.

  • ¡He encontrado el deporte de Arturo!¡Estupendo! – exclamó Tom.
  • Me parece bien, pero Arturo se ha ido disgustado a la cama – dijo Alicia.
  • Yo creo que es porque está cansado -  contestó Tom.

Arturo, nada más tumbarse en la cama se quedó dormido. De repente, escuchó un grito al lado de su cama y se despertó.

  • ¡Papá, Papá! ya ha venido Papá Noel – dijeron sus hijos.
  • Tom, Alicia vaya sueño que he tenido… - dijo Arturo.



Cuando bajaron al salón, estaba el árbol de navidad lleno de regalos, era 25 de diciembre. En el salón estaba Gema, su mujer. Arturo fue a hablar con ella y le contó el sueño que había tenido.

Sus hijos estaban muy contentos abriendo los regalos, mientras que Arturo seguía asustado. Gema se reía al verle y le dijo:

  • Venga Arturo abre tus regalos – dijo su mujer.
  • Es verdad – contestó Arturo.
  • ¡Que no se te olvide mañana corregir los exámenes, que tienes bastantes! - exclamó Gema.

Todo fue un sueño. Arturo era un buen profesor de primaria que daba matemáticas y lengua en el colegio del pueblo, en el cual todos sus alumnos estaban contentos con él. Era una persona sociable, extrovertida , que le encantaba hacer deporte…


Al final todo lo que pasó en el sueño era lo contrario a la realidad. Este cuento nos demuestra, que lo primero que hay que hacer es luchar por tus sueños, y que con esfuerzo todo se puede conseguir.



(Escribe tú aquí otro final para este cuento)