Por:
Mirza Rodríguez
Los alumnos de quinto grado salieron en el tercer periodo al patio trasero para tomar la clase de Educación Física, como todos los jueves. Al salir, ellos dejaron la puerta del salón entreabierta. Como el día estaba muy lindo, la señorita Báez, la maestra del grupo, llevó, consigo, algunas libretas, y las corrigió en el patio, mientras todos los alumnos jugaban.
Los juegos fueron muy divertidos; por eso, al regresar al salón, todos los estudiantes llegaron riéndose y conversando alegremente. David fue el primero en llegar al salón, y encontró la puerta cerrada. La abrió, y –cuando vio lo que había ocurrido-gritó con tanta fuerza que lo escucharon hasta en la oficina de la directora.
El escritorio de la Srta. Báez estaba todo revuelto: los papeles estaban desparramados por el piso, y el florero, estaba volcado sobre el escritorio, había manchado el registro. Todos los alumnos estaban indignados, y como siempre culparon a los alumnos del otro quinto grado de la escuela.
Siempre que hay algún problema, ustedes acusan a los estudiantes del grupo 2 de quinto grado. Sin embargo no hay nada que pruebe tal cosa. Para poder afirmar algo científicamente, ustedes tienen que probarlo.
Para poder realizar una afirmación científica, es necesario basarse en los hechos comprobados. Para explicar un determinado hecho, los científicos elaboran hipótesis, que son afirmaciones que deben ser comprobadas.
David
y
Kelly
Primero ellos, fueron a hablar con la maestra del grupo 2.
Todos mis alumnos estuvieron en el salón de música ensayando para el acto.
Ningún alumno salió del salón de clase durante toda la hora.
-Nadie entró al salón a esa hora.
Para comprobar su hipótesis, los científicos recopilan datos, utilizando distintos recursos, como, por ejemplo, la experimentación, la observación directa del científico, o la recolección de datos producida por la observación de otras personas, como ocurre en este caso.
La señorita Báez tenía razón. Estábamos equivocados; los estudiantes del grupo 2 no fueron los responsables.-dijo David
-Pero, entonces, ¿Cómo ocurrió este desastre?- preguntó Kelly.
-Kelly, ya sé cómo ocurrió todo. La puerta se cerró sola por una corriente de aire, y al cerrarse el viento tiró el mapa que estaba en la pared sobre el escritorio. El mapa viró el florero.
Cuando los datos recogidos contradicen la hipótesis, los científicos rechazan sus hipótesis, y crean otras.